sábado, 21 de marzo de 2009

Olas de gran fondo

"El mar está en calma, el cielo despejado. La tempestad sacude otros sitios." Escribí hace poco pensando en la tempestad que sufren los de arriba -la crisis económica mundial-. Pronto me llegaron noticias de otras tempestades que se gestan abajo.

La nota puede ser de simple amarillismo y desde luego, aun cierta, ese color la tiñe gracias a los comentarios de los cobardes de arriba. Dice un diario de este día: "Ira popular en EU por abusos de ricos." Se asustan los ricos por la ira que causan sus abusos, explica la nota, pero que se asusten no me importa. Si en verdad abajo hay ira, las olas de fondo empiezan a aparecer. Las corrientes traerán navegantes. Remeros amigos los tengo al sur de mi patria por si los remolinos amenazan con desorientarme. Ellos tienen declarada una guerra desde hace más de quince años y aunque permanecen en una tregua que decidieron y anunciaron unilateralmente -sin respuesta alguna del enemigo que se acoge a guerras de baja intensidad no declaradas-, si las olas de fondo amenzaran con arrastrarnos, los remeros sin rostro no perderán el rumbo.

La nota completa y un artículo de opinión -¿Guerra civil en Estados Unidos? de Immanuel Wallerstein- que de alguna forma trata de lo mismo, pueden leerse completos en "La Jornada" del 21 de marzo:
http://www.jornada.unam.mx/2009/03/21/index.ph

lunes, 16 de marzo de 2009

¿Qué hace un remero solitario?

En su piedra, que parece navegar. Solo. Sin nadie a la vista. Sus compañeros de galera, cuando boga en ella, los que están en lo más rofundo de la cala, se le han adelantado. No los oye, menos aún los ve. Pero sabe por dónde avanzan marcando rumbos en mares sin caminos.

El que boga pretende transformar su remo en pluma y asentar en su cuaderno de bitácora el rumbo entrevisto en las estrellas. El mar está en calma, el cielo despejado. La tempestad sacude otros sitios. Cuando la tempestad se desate en torno a la roca en la que rema sabe que encontrará a sus compañeros de la galera de piedra.